viernes, 28 de enero de 2011

TIME FOR ALL,...DIFFICULT FOR ME

I am studyin English now and I don't have time for anything, Sorry for I have entered so late.
Goodbye

lunes, 9 de febrero de 2009

lunes, 2 de febrero de 2009

EL ANÁLISIS SINTÁCTICO

¿TAN DIFÍCIL ES EL ANÁLISIS SINTÁCTICO?
La enseñanza de cualquier disciplina está apoyada en una concepción de esa disciplina y en una teoría del aprendizaje; es decir, en una concepción general de cómo habría que enseñar para que otros aprendan. En el caso de Lengua, la denominación misma del área remite a una determinada teoría lingüística: el estructuralismo. Y las prácticas escolares más frecuentes, como el análisis sintáctico y morfológico, la clasificación de los verbos y la reproducción memorística del paradigma verbal, el reconocimiento mecanicista y descontextualizado de clases de palabras, representan la escolarización de esa misma teoría.
Hablar de "enseñanza de la lengua" y realizar este tipo de prácticas implica que enseñar y aprender en esta disciplina es enseñar y aprender las funciones, las formas y las categorías del sistema llamado "lengua". La lengua y sus reglas se constituyen así en objeto del saber escolar, y ese saber parece consistir en su reconocimiento mecanicista, es decir, en una reproducción del conocimiento, y no en una utilización del saber lingüístico para un mejor desempeño verbal. Esta forma de enseñar y aprender proviene de la conjunción de la teoría estructuralista de la lengua y de la teoría conductista del aprendizaje. Dicha conjunción originó el habitual recorrido didáctico que consiste en la descripción, por parte del que enseña, de las regularidades sistemáticas de la lengua, y la reproducción, por parte de los que aprenden, de esas descripciones. A estas prácticas tradicionales se ha agregado recientemente la descripción de las regularidades sistemáticas de los textos (reconocimiento mecanicista de tipos de textos; descripción, reconocimiento y reproducción de los conectores más usuales; descripción de las máximas conversacionales y de los actos de habla, etc.).
Esta concepción de la disciplina y su didáctica, en realidad, es la única que han conocido muchos docentes, porque es la que aprendieron durante su formación. Lo mismo puede decirse acerca de los modos de enseñar y aprender. El problema es que esas teorías se conocieron como la única forma posible de concebir la lengua y la única metodología apropiada para enseñarla, y no como algunas de las concepciones y metodologías posibles, entre otras. La teoría estructuralista en la que se han venido fundando las actividades escolares desde la década del 60 hasta ahora proviene del lingüista suizo Ferdinand de Saussure. En su Curso de lingüística general, propone como objeto de estudio de la lingüística el sistema abstracto de reglas que rige todo lenguaje. Denomina a ese sistema y lo distingue del habla. Saussure define el habla como las realizaciones individuales de la lengua, es decir, usos que, por su variedad e individualidad, es imposible estudiar.
La época cientificista en la que Saussure desarrolló su teoría exigía esta delimitación neta de un objeto de estudio. Y Saussure funda así la lingüística moderna, ya que antes los estudios lingüísticos se habían desarrollado en torno de la gramática, la evolución de las lenguas (filología) y los estudios comparativos entre lenguas. Al estructuralismo lingüístico se le debe una descripción de la estructura de la lengua como sistema y una excelente clasificación de sus componentes y funciones. No obstante, la enseñanza de las estructuras sintácticas y morfológicas no ha mejorado, en los alumnos, la práctica de la escritura, la lectura y la oralidad.